Al aterrizar en la India la primera contaminación que te repele es la olfativa: es muy habitual el olor a leche cortada, cañería rota, fruta podrida...
La contaminación que luego te asusta es la atmosférica: te das cuenta cuando al llegar de un largo día andando por la calle te suenas y salen mocos teñidos de ese negro carbonilla tan saludable...
Pero la contaminación que más te va a incomodar es la acústica. Yo hice una apuesta con mucha gente y siempre gané: en la ciudad de Mumbai no pasan más de 3 segundos sin que escuches una bocina de un coche. Y eso sin importar que estés en un cruce, en una recta o en un residencial a las afueras. Los coches pitan como información. Es decir: ¿quieres cambiar de carril?-pues pitas a modo de intermitente. ¿Quieres ir apurado en una recta?-pitas para avisar que vas. ¿Entras en una rotonda?-Pitas para anunciar que entras y también cuando vas a salir. Y así en todos los sentidos. Si tienes un accidente y no has pitado con anticipación, la culpa será tuya sin duda (esto yo lo he vivido).
Y lo más gracioso del todo es que los coches le pitan a los camiones debido a una curiosa historia que poca gente sabe. El caso es que todos los camiones tienen escrito en la defensa trasera: "HORN OK PLEASE" (Pita - OK- Por favor). Al leer esto, los coches les pitan automáticamente sin saber porqué. El caso es que profundizando en la historia he llegado a la raíz del entuerto: es una ley antigua y totalmente obsoleta que viene de cuando los caminos eran de un solo carril y te jugabas la vida para adelantar a un camión. Entonces a algún listo se le ocurrió que podían escribir en la parte trasera de los camiones la frase HORN PLEASE para que los coches avisaran al camión que estaban detrás, y el camión les avisaba cuando podían adelantar encendiendo una lucecita en la parte central que ponía OK. Con el tiempo las lucecitas se fundieron, se dejaron de poner y al ensanchar las carreteras, ya careció de sentido. Pero como en alguna ley sigue poniendo que es obligatoria la inscripción, pues ellos tan obedientes lo siguen poniendo y pitan igual cuando están detrás del camión.
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