MI PRIMERA GRAN BODA INDIA

Cuando llevaba cuatro meses en Navi Mumbai fué inevitable acudir a una boda de las tantas a las que me estaban invitando. En este caso fué la boda de Shruti y Varún, el hermano de nuestro brocker y su prometida. 

Una boda típica India de Mumbai, de tres días de duración, de los cuales nosotros optamos por ir sólo al segundo día que es el más vistoso y abierto, ya que los otros son más en familia. 
Os contaré las principales diferencias con las bodas en España:
El día de celebración de la boda no lo deciden los novios ni la familia. Son muy supersticiosos, así que consultan al gurú, que estudiando la carta astral les dirá el día auspicioso (ya sea lunes o martes,
como ha sido el caso de esta boda).
A la celebración acude tooodo el mundo. Cuanta más gente mejor. Y hablo de cientos o incluso miles de personas. No pasa nada si no conoces directamente a los novios, porque sólo con conocer a un amigo del novio, ya vas con él y te presentas el día de la boda.
Esta parte de la boda se celebra directamente en el sitio del banquete. Al llegar te encuentras lo típico: montones de gente con sus mejores etiquetas, hablando entre ellos y con un ojo en la puerta esperando a los novios.

Al poco llega el novio por la calle montado en un caballo y rodeado de una multitud de familiares que van cantando y bailando con música a tope que anima a la gente de la calle a unirse a ellos.

Cuando el novio entra al convite la gente empieza a comer a lo grande. La cuchipanda es tipo buffet y te encuentras comidas de lo más curiosos y delicioso. Eso si, encuentras de todo menos carne o marisco. Otra cosa que no encuentras ni de broma es un triste vino o cerveza. Lo más fuerte que sirven es zumo de piña! Un despropósito para aguantar el resto de la boda.
Al fin llega la novia y sube al escenario/altar junto con el novio y los familiares más cercanos. Se ponen coronas de flores, hablan los señores que oficien la boda (ya sean de una o más religiones), y finalmente se hacen las fotos y la recepción de los regalos.

Todo esto en estricta cola que puede durar más de una hora. Los regalos no son las exageraciones de España, sino que si eres un invitado normal llega con un obsequio de unos 15-30 euros. Sería muy ostentoso dar más. Y lo normal es regalar cosas, aunque también tienen unos sobres especiales para los que regalan dinero por ignorancia o por no complicarse (nosotros estábamos en ambos grupos). Y cuando consigues entregar el regalo te marchas a casa en cuanto puedas ya que al día siguiente hay curro y sin gasolina para el cuerpo, la fiesta se apaga...

La conclusión es que es muy vistosa, y una gran experiencia... pero me quedo con las nuestras.